Como su nombre lo indica, se trata de una solución arquitectónica para proteger el edificio de la incidencia solar directa sobre las fachadas.
Una temperatura agradable en el ambiente de trabajo es fundamental y no sólo para el bienestar de los trabajadores. Una temperatura ambiente óptima mejora significativamente la productividad de las personas.
Debido a que la producción térmica generada por la luz solar incidiendo directamente en áreas de iluminación puede llegar hasta 900W / m² en verano, la protección solar se vuelve muy importante.
Por un lado, impide los efectos resultantes de la luz solar directa como el deslumbramiento, que son particularmente desagradables en las oficinas y, por otro lado, protege contra la radiación de calor a través de la reflexión de la luz del sol.
No existen alternativas viables a los sistemas de protección solar colocados en el exterior. Mientras que el calor se acumula detrás del panel cuando se utiliza un sistema de sombreado interior, un sistema de sombreado exterior refleja alrededor del 80% de la radiación solar. Permitiendo así ahorrar enormemente con los costes de aire acondicionado.
Una forma de protección solar altamente resistente al desgaste se consigue mediante rejillas de protección solar. Se instalan tanto en lucernarios como en ventanas.
Existen varios modelos y soluciones posibles, a medida de cada obra en particular.